El miso:
Es una pasta de soja fermentada que ayuda a la digestión y asimilación de otros alimentos gracias a cuatro agentes digestivos: enzimas naturales, lactobacilos, levaduras y otros microorganismos que una vez digeridos hacen que las proteínas complejas, los hidratos de carbono y las grasas absorbidas sean más asimilables.
El miso aporta vitamina B12, además de ser bajo en calorías.
La salsa de soja:
Se obtiene de la maceración y fermentación de granos de soja con cebada durante unas pocas semanas a temperatura elevada. Posee grandes cualidades terapéuticas, ya que contiene una equilibrada gama de aminoácidos y proteínas; ideal como condimento de verduras, cereales, pescados, carnes, etc...
El tofu o queso vegetal:
El tofu es un extracto elaborado a partir de la leche de soja cuajada y escurrida. muy rico en proteínas fácilmente asimilables, (contiene los ocho aminoácidos esenciales). Además, también es muy rico en calcio y pobre en grasas. Puede servirse estofado, hervido o frito, bien como plato principal o como condimento en ensaladas.
El tempeh:
Procede de la fermentación con calor de los granos de soja, y posee una textura compacta cuyos granos de soja están medio enteros y cocidos, lo que hace posible que pueda prepararse a la plancha, frito, al vapor, estofado... Muy rico en proteínas de fácil asimilación.
La leche de soja:
Elaborada a partir de las alubias de soja, su sabor es completamente distinto al de la leche animal. Es muy rica en proteínas y tiene un bajo contenido en grasas (ayuda a bajar el colesterol y los triglicéridos). Podemos encontrar una amplia gama de leches de soja enriquecidas con calcio y vitamina B12. También se emplea para la elaboración de yogures.
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