El colágeno es una sustancia que nuestro cuerpo produce, y que con el paso del tiempo vamos perdiendo, aunque este proceso se puede ralentizar si nos cuidamos de la forma adecuada.

Cuando el colágeno se degrada, origina diversas e importantes alteraciones en el organismo, como desgaste del cartílago articular (artrosis), pérdida de densidad ósea (osteoporosis) y la aparición de flacidez y arrugas dérmicas.
Estas alteraciones se producen en ambos sexos, siendo de mayor incidencia en mujeres (a partir de los 40-50 años), por efecto de la disminución de los niveles hormonales, aunque también se da en personas jóvenes que practican deporte de manera intensiva, personas con sobrepeso o con traumatismos por inactividad.
Por ello, la alimentación es fundamental, y el colágeno debería formar parte de nuestra dieta habitual. Podemos encontrar colágeno en el bacalao, salmón, callos y postres de gelatina.
Un nutriente esencial en la formación del colágeno es la vitamina C, que incide en mantener unos buenos niveles de este componente.
Propiedades del colágeno hidrolizado:
- Es preventivo en osteoartritis reumatoide, lesiones deportivas o accidentes.
- Disminuye el dolor y el consumo de analgésicos.
- Fortalece y refuerza el sistema inmunológico.
- Refuerza dientes y encías.
- Retrasa la degeneración progresiva del tejido cartilaginoso y promueve su desarrollo.
- Ayuda en la reparación y regeneración de ligamentos, tendones, articulaciones y huesos.
- Endurece y fortalece uñas y cabello, reduciendo la pérdida del mismo y aumenta su volumen.
- Fortalece e hidrata la piel, reforzando la capacidad de los tejidos para retener agua.
- Suaviza las líneas de expresión y arrugas faciales.
- Mejora el funcionamiento del sistema linfático, favoreciendo una mejor eliminación de toxinas.
- Ayuda a disminuir la celulitis y desvanecer estrías.
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