El ginseng (panax ginseng) contiene un conjunto de sustancias que hacen que sea un interesante aliado para mantener nuestro bienestar durante todo el año.
La raíz del ginseng, además de ser rica en fibra y proteínas, lo es también en vitaminas del grupo B, lisina, cisteína, prolina, vitamina C, y algunos minerales como el magnesio, aluminio, cobalto, azufre, fósforo y cobre.
Se trata de un importante activador energético, con una destacable acción tonificante del organismo. El ginseng se diferencia de otras sustancias estimulantes (como la cafeína) actuando directamente sobre las células, por lo que éstas pueden utilizar más ágilmente sus reservas energéticas.
Poderoso antioxidante, ya que nos ayuda a protegernos de los radicales libres, retarda el envejecimiento celular y proporciona mayor elasticidad en la piel.
El ginseng también aumenta el deseo sexual, gracias a su acción estimuladora de las glándulas sexuales, generando también una mejor calidad y frecuencia en las erecciones masculinas, ayudando también en problemas como la flacidez o impotencia. Además, incrementa la sensibilidad y excitación en los órganos genitales femeninos, favoreciendo así una relación sexual más placentera.
Periodos de agotamiento (gracias a su aporte de energía), fatiga mental (gracias a sus propiedades vasodilatadoras, ya que aumenta la irrigación cerebral y mejora la concentración), estrés, colesterol, etc.
Efecto hipoglucemiante, ya que la raíz del ginseng actúa sobre las células pancrreaticas, hecho que favorece la liberación de insulina y ayuda al hígado en la producción de glucógeno a partir de glucosa, generando una acción reductora de los niveles de glucosa en sangre.
Finalmente mencionar que no es recomendable su ingesta continuada, sino que se recomiendan intervalos de descanso cuando se toma muy continuo.
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