lunes, 6 de enero de 2014

Una voz, un árbol

                                                           UNA VOZ, UN ÁRBOL

                         
                                                             

Escucha con atención
este lamento, viajero:
fui la tabla de tu cuna;
de tu barca, el madero.
La puerta de tu casa
que te hizo un carpintero.
La superficie de tu mesa,
el carbón de tu brasero,
el bastón de tu vejez,
tu mejor compañero.
El mango de la azada
que usaste con esmero
para trabajar el campo
con tu esfuerzo más sincero.
De mí nacen los frutos
y las flores que más quiero,
que al llegar la primavera,
te ofrezco yo, el primero.
Soy refugio de los pájaros y
doy sombra al mundo entero.
Soy quien alberga el paisaje
y,  señal,  junto al sendero.
Seré la madera de tu ataúd,
si te mueres tú primero.
Nunca te olvides del árbol,
soy tu mejor compañero.

Poema inspirado en El árbol de Rabindranath Tagore, dedicado a Wangari Maathai, reencarnación africana de la Madre Tierra.


No hay comentarios:

Publicar un comentario