
Conocido como una doctrina hindú, se trata, por encima de todo, de una vía mística, basado en un profundo amor al cuerpo, una vía de encuentro con lo sagrado y lo divino, o dicho de otro modo, el amor por uno mismo, por la relación entre una pareja.
Algunas corrientes de desarrollo espiritual ignoran o rechazan el sexo; sin embargo, el tantra lo dignifica, ya que en él reconoce su naturaleza sacra.

El tantra considera la relación entre una pareja como la posibilidad de adentrarse en lo más íntimo de nuestra propia esencia, siendo sumamente importante la intimidad. Intimidad en el sentido de intimar, de desnudar nuestra alma a los ojos de Dios para mostrarnos tal como somos, con la posibilidad de abrazar y amar lo que veamos allí.

El tantra está fundado en el respeto por uno mismo y por los demás, es encontrar el equilibrio interior, se trata de aprender a estar presente en la vida, en la pareja, y ahí se incluye la sexualidad. En definitiva, ser total, estar presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario