BETACAROTENOS
Los betacarotenos activan los sistemas de defensa de la piel, favoreciendo su protección frente a los rayos ultravioletas. También estimulan la formación de melanina y, por tanto, ayudan a ponernos morenos.
Pero ¿qué son los betacarotenos? son vitaminas de origen vegetal, que al ser ingeridas con los alimentos se transforman en nuestro organismo en vitamina A. Se encuentran principalmente en frutas y verduras de color amarillo, rojo o naranja, siendo también muy abundantes en verduras como: hojas de la vid, col, perejil, etc... Los betacarotenos poseen propiedades antioxidantes, beneficiosas para combatir la acción de los radicales libres y evitar el daño de éstos en nuestro organismo. Asimismo, también estimulan la respuesta inmunológica y protegen la piel de los daños producidos por las radiaciones ultravioletas.
Los betacarotenos favorecen el bronceado y permiten una coloración uniforme de la piel, ya que estimulan la formación de melanina, sustancia responsable del color de nuestra piel y que nos "pone morenos".
Previenen el envejecimiento prematuro, tanto de la piel como del resto del organismo, causado por los radicales libres, gracias a sus propiedades antioxidantes.
Son muy útiles contra los problemas dérmicos, ya que ayudan a tratar eccemas, descamaciones, hiperqueratosis (piel áspera y gruesa), acné y psoriasis.
Ayudan a mantener la salud ósea, ya que intervienen en el crecimiento óseo al ser imprescindibles para la formación de los osteoblastos y osteoclastos (células del hueso).
Protegen la salud ocular y previenen la ceguera nocturna, ya que ayudan en la formación de la rodopsina, pigmento que está implicado en la visión nocturna.
Activan el sistema inmune, y ayudan en la formación de anticuerpos.
Previenen el envejecimiento prematuro, tanto de la piel como del resto del organismo, causado por los radicales libres, gracias a sus propiedades antioxidantes.
Son muy útiles contra los problemas dérmicos, ya que ayudan a tratar eccemas, descamaciones, hiperqueratosis (piel áspera y gruesa), acné y psoriasis.
Ayudan a mantener la salud ósea, ya que intervienen en el crecimiento óseo al ser imprescindibles para la formación de los osteoblastos y osteoclastos (células del hueso).
Protegen la salud ocular y previenen la ceguera nocturna, ya que ayudan en la formación de la rodopsina, pigmento que está implicado en la visión nocturna.
Activan el sistema inmune, y ayudan en la formación de anticuerpos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario