El licopeno es un pigmento natural incluido en el grupo de los carotenoides que se encuentra en el tomate y en otros vegetales de color rojo. Sus características químicas le confieren un gran poder antioxidante. Nuestro organismo no puede sintetizar licopeno, por lo que debemos ingerirlo con la dieta, o suplementos alimenticios.
Este micronutriente se absorbe de los alimentos que ingerimos y se va acumulando, entre otros antioxidantes, en nuestras zonas más susceptibles a la oxidación.
En el caso de otros carotenoides, como la luteína, por ejemplo, existen diversos estudios epidemiológicos que nos hacen pensar que la ingesta de licopeno está inversamente relacionada con la prevención de diversas patologías como la aterosclerosis, patologías cardiovasculares, y algunos tipos de cáncer.
El licopeno se encuentra presente en nuestro organismo tanto en sangre como en diversos tejidos, distribuyéndose de forma variable. Su mayor concentración se da en las glándulas suprarrenales, testículos, hígado y próstata.
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