
Para asegurar un buen aporte de vitaminas a través de la dieta es necesario tener presentes cuáles son los factores que pueden destruir estas sustancias, a fin de evitarlos o reducir su impacto. Os exponemos algunos de ellos:

Estrés: las glándulas suprarrenales segregan más adrenalina, que consume una gran cantidad de vitamina C, necesitándose también mayores cantidades de vitamina E y del grupo B.
Bebidas alcohólicas: el consumo de alcohol aporta calorías sin apenas vitaminas, disminuye el apetito y favorece las carencias de vitaminas B1, B2, B3, y ácido fólico.
Tabaco: el tabaco no sólo es perjudicial para la salud sino incluso tóxico para el organismo. Un fumador requiere al menos dos veces más cantidad de vitamina C que un no fumador.
Azúcar blanco: no aporta ninguna vitamina al organismo, y sí requiere un aporte de vitaminas y minerales de nuestras propias reservas para metabolizarse.
Café y té: su consumo abusivo limita la absorción nutricional de vitamina A, ácido fólico y B12.
Fármacos: numerosos medicamentos interfieren de alguna forma sobre el metabolismo de los distintos nutrientes.por ejemplo, los anticonceptivos orales con el ácido fólico y las vitaminas B6, B12, C y E; los antiácidos con el calcio, fósforo, complejo B y vitaminas A, C y D.
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